No somos pocos a los que nos cuesta tomar decisiones en nuestra vida. Hay decisiones que son fáciles y aún así depende del momento que nos encontremos, nos cuesta tanto tomar. Miedo a equivocarnos ¿Porqué me cuesta tanto decidir?
Tomar una decisión
Tomar una decisión, básicamente es elegir una cosa y desechar otra. Todos nos hemos visto y nos seguimos viendo en diferentes momentos de nuestra vida, en la tesitura de tener que tomar decisiones. Ya sea con un cambio de trabajo, en el funcionamiento familiar, escolar o personal.
Tomar una decisión, es algo que solemos realizar a diario y muchas veces.
En ocasiones, puede convertirse en un reto, y por ello nos motiva a tomarla. En cambio, en otras se convierte en un verdadero calvario, tener que tomar una decisión. La toma de decisiones se complica entre otros aspectos, por los miedos asociados a las posibles consecuencias de nuestra decisión. Por eso cuesta tanto decidir.
Miedo a equivocarse.
Un miedo bastante común es el miedo a equivocarse. Miedo a cometer un error que sea tan importante que pueda contribuir a unas consecuencias muy negativas para la persona o para su entorno. Miedo a elegir la mejor opción por miedo a equivocarse en la toma de decisión, hace que cuesta tanto decidir.
Cuando se consideran más graves las consecuencias, más difícil nos resultará elegir la decisión más adecuada. Ya que decidir una cosa, por ende, implica desechar la otra. Y muchas veces éste miedo nos paraliza.
Según el grado de importancia que le demos a la decisión, implica gestionar la reacción ante las posibles consecuencias que tendremos. Y es aquí donde en ocasiones la toma de una decisión llega a paralizarnos. Haciendo que dar un paso en cualquier dirección sea un verdadero calvario. Tanto que se nos cuesta decidir cosas tan habituales como escoger un producto en el supermercado.
Esto, además, puede contribuir a desarrollar diversos problemas más graves como Ansiedad, Pánico o Depresión, entre otros.
Todas las decisiones, aunque distintas, tienen un factor común. Que una vez que tomamos una decisión, creemos que ya es irrevocable la elección. Salvo que tengamos que tomar decisiones cruciales. Estos casos como las decisiones de un mando militar que envía a sus soldados a una misión suicida, o el jefe de una empresa que ha de tomar la decisión de despedir a leales trabajadores a consecuencia de la crisis…
Consideramos que sólo tenemos un intento para hacer las cosas, y por eso se dispara el miedo a equivocarnos, ya que tendremos que vivir con las consecuencias de ésta decisión.
Para otros es fácil, para mí no…
El miedo a equivocarse no depende de la situación que tengamos que decidir, sino de la valoración que demos a la toma de decisión y las posibles consecuencias. Y esta valoración depende de las características personales, del modo de actuar y de las capacidades o habilidades que tenga la persona que tiene que decidir.
Y cada uno somos diferentes, ya que tenemos una historia diferente, vivencias diferentes y experiencias individuales diferentes.
Gravedad de los síntomas del miedo a decidir.
Cada uno de nosotros, tenemos una forma particular en la gestión del miedo a la hora de tomar una decisión. La gravedad de los síntomas depende principalmente de la afectación que tenga en la persona.
- Leve: Cuando tenemos la sensación de ser indecisos de forma constante. Tomamos mucho tiempo a la hora de tomar una decisión. Buscamos apoyo en los demás a la hora de tomarla. Tenemos ansiedad una vez que hemos decidido, y angustia mientras esperamos los resultados de tal elección.
- Intermedia: Cuando la indecisión, nos limita en nuestra vida personal y profesional.
Solemos delegar en los demás en la elección de la decisión, y a pesar de ésto, seguimos teniendo mucha ansiedad, y no solo por no tomar nosotros la decisión, sino porque damos el control a otra persona. - Grave: Bloqueo en la toma de decisión. Nos sentimos incapaces de tomarla, por lo que nos sentimos invalidados, y además evitamos decidir, y delegamos tal decisión, con la idea de búsqueda de seguridad, y nos hace sentir peor. Puede generar ataques de pánico o incluso episodios depresivos.
Si te reconoces en alguna de estas formas, no dudes en consultar con nosotros, para quitarte esta dependencia. Así podrás deshacerte de la indecisión, y llegar a decidir por ti, a pesar de las consecuencias.
Si sientes que en ocasiones los pensamientos se apoderan de ti, puedes descargarte la guía con 6 Claves para empezar a superar la dependencia emocional. “6 Claves para empezar a superar la dependencia emocional”.
Aun así, si necesitas ayuda para poder resolver alguna situación que te está inquietando en la actualidad, puedes contar conmigo aquí:
Artículo basado en el libro Nardone, G.(2016). El miedo a decidir. Cómo tener el valor de elegir. Barcelona: Paidós
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