![Pensamientos se apoderan de mi](https://javiergarciapsy.com/wp-content/uploads/2022/09/unhappy-g53cdd176c_1920-702x526.jpg)
Pensar es algo natural y espontaneo. Todos los seres humanos tenemos una forma de pensar muy particular e individual. Además cada forma de pensar depende de factores, como las vivencias pasadas, nuestra educación, las experiencias positivas o negativas de nuestra existencia, etc… Pero, ¿porqué en ocasiones se apoderan los pensamientos de mí?
Dependencia a nuestros pensamientos. ¿Tengo el control sobre ellos?
Es prácticamente imposible dejar de pensar.
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Gran cantidad de pensamientos durante el día, tienen que ver con situaciones que vivimos. Por ejemplo, si estoy pensando en cosas del trabajo, estos pensamientos tienen que ver con acciones que tengo que hacer o cómo abordarlas. Otras veces estamos en casa y estamos planificando que es lo que vamos a cenar o que es lo que vamos a hacer en el fin de semana.
Hasta aquí, somos nosotros quienes tenemos el control de lo que pensamos y no nos perturban demasiado, a pesar de que puedan generar cierto estrés, ya que son pensamientos útiles y funcionales para nuestro día a día. Aquí los pensamientos no se apoderan de mi.
¿Cuando me inquietan los pensamientos?:
Hay pensamientos que me abordan en el día, que no tienen que ver con situaciones funcionales. Son sobre situaciones que se han dado en mi vida y me han generado malestar. Es por eso que me inquietan y estoy dándole vueltas durante gran parte del día.
Por ejemplo, si he tenido una discusión con mi pareja, los pensamientos que me invaden tienen que ver con la discusión o incluso con la forma de proceder que ha tenido mi pareja o bien con la mía propia.
O por ejemplo, cuando en el trabajo, algo no ha salido como me gustaría, y le doy muchas vueltas a lo que he hecho, o cómo lo he hecho, y a veces tengo incluso sensación de culpa. O por el contrario, doy vueltas a esa situación y valoro que NO ha salido bien porque alguno de mis compañeros/as no ha hecho la tarea como le corresponde.
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Estos pensamientos, a pesar de que me inquietan, me centro en ellos y puedo llegar a tener la sensación de que si lo abordo con la persona implicada, es posible que podamos llegar a un acuerdo, y así pueda llegar a solucionar la situación. Hasta aquí, parece que tengo el control sobre los pensamientos.
¿Cuál es el control que tengo de éstos pensamientos?.
En cualquier caso, estos pensamientos son ocasionados por situaciones que se dan en mi vida. Pero vamos a valorar cual es el control que tenemos en al abordaje de estos pensamientos.
Hay pensamientos que nos generan malestar y es por la valoración e interpretación que damos a la situación. Es decir, que el malestar está directamente relacionado con la forma de valorar lo que estamos viviendo. Esta interpretación tiene que ver con experiencias, valoraciones o creencias que tenemos.
Por ejemplo, puede que no soporte que mi hijo adolescente no haga nada durante el día, y a él le da igual. Cuando voy a entrar en casa, voy pensando “a ver que ha hecho hoy…”. En el caso de que no haya hecho nada de lo que considero importante, ya me genera irritación y malestar. Aquí, cuando vaya a hablar con él, es posible que no lo haga con una actitud adecuada para el diálogo.
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O por ejemplo, cuando no soporto a mi vecino y la costumbre que tiene de escupir en el ascensor, pero a él no le parece importar. Es por eso que cada vez que vea un charquito en el ascensor, me sentiré irritado y con malestar que incluso llevaré esta irritación cuando entre por la puerta de casa.
Aquí no tengo el control de la situación, pero si puedo llegar a tener el control de lo que estoy viviendo, ya que es consecuencia de la interpretación de la situación vivida.
Hay que tener en cuenta una cosa: que se da una paradoja importante: Que quiero tener el control de la situación, e intento hacer lo posible para que la otra persona cambie su comportamiento, y finalmente no lo cambia… Es decir, que estoy cediendo el control de mis emociones a la otra persona, y sin querer pierdo el control de mis emociones y pensamientos. Ojo con ésto, ya que puede llegar a convertirse en un problema importante.
¿Cuando NO tengo el control de los pensamientos?
Hay momentos que los pensamientos nos abordan y nos inquietan gran parte del día. Es decir, que sea la situación que sea, hay un factor común: el control sobre los pensamientos.
Hay pensamientos que ocupan gran parte de nuestra atención y nos perturban más de lo que nos gustaría. Tienen que ver con situaciones que tenemos sin resolver o situaciones de incertidumbre. Es decir, que son pensamientos sobre alguna situación o dificultad y que no tenemos una solución precisa para poder abordarlos.
Es decir, que hay situaciones donde no tengo control ni de la situación ni de lo que pueda llegar a ocurrir. Es por eso, que suelo pensar más en ellos, pero cuanto más pienso en ellos, mas malestar me generan. Aquí tengo la tendencia a intentar resolver la situación o bien si no lo consigo, intentar quitarlos de mi cabeza, pero no lo consigo. Aquí empiezan los pensamientos a rumiar y se apoderan de nosotros.
Por ejemplo, la situación expuesta antes del adolescente, o cuando tenemos a un familiar (o incluso nosotros mismos) hospitalizados, y no sabemos el pronóstico ante alguna dolencia. Y claro, como no, solemos pensar lo peor.
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Es aquí donde se da otra paradoja importante: Que para intentar quitar nuestros pensamientos de la cabeza, nos ponemos de forma consciente a pensar o a hacer otras cosas (escuchar música, leer un libro, limpiar los baños, salir a correr…), para intentar dirigir mi atención a algo donde puedo llegar a tener el control.
Pero por mucho que queremos quitarnos los pensamientos de la cabeza, que a veces lo conseguimos, en ocasiones, lo que conseguimos es estar un rato algo más tranquilos hasta que vuelven a la carga a molestarnos. Aquí sentimos que los pensamientos se apoderan de mi.
Es imposible no pensar, ya que intentar no pensar ya es pensar…
Haciendo un resumen, cuando tenemos pensamientos donde sentimos que tenemos el control, parece que no hay problema en hacernos con ellos. El problema está cuando los pensamientos nos abordan durante gran parte del día, y no llegamos a hacernos con ellos. Es aquí cuando perdemos el control sobre ellos, y son los pensamientos lo que nos controlan a nosotros.
“El medio de salir es a través de la puerta, ¿porqué nadie quiere utilizar esta salida?”.
Confucio
Si sientes que en ocasiones los pensamientos se apoderan de ti, puedes descargarte la guía con 6 Claves para empezar a superar la dependencia emocional. “6 Claves para empezar a superar la dependencia emocional”.
Aun así, si necesitas ayuda para poder resolver alguna situación que te está inquietando en la actualidad, puedes contar conmigo para ello aquí:
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